Entre tantos besos y abrazos habìa olvidado que estaba triste ...
Cuando todos se fueron y la casa quedó en silencio,me serví una última copa de champaña cuando de pronto creì oír una voz familiar que decía suavemente: “¡Feliz Navidad!”.
Cerrè los ojos y suspirè profundo ...
Sonriéndo respondì muy bajito para mis adentros: “¡Feliz Navidad, Mamà!”...
Texto agregado el 25-12-2018, y leído por 79
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