Entre tantos besos y abrazos habìa olvidado que estaba triste ...
Cuando todos se fueron y la casa quedó en silencio,me serví una última copa de champaña cuando de pronto creì oír una voz familiar que decía suavemente: “¡Feliz Navidad!”.
Cerrè los ojos y suspirè profundo ...
Sonriéndo respondì muy bajito para mis adentros: “¡Feliz Navidad, Mamà!”...
Texto agregado el 25-12-2018, y leído por 81
visitantes. (3 votos)