Ella miró la distancia
así como debe mirarse
lo bello que hay en el mundo
contó cuatrocientos quince pasos
doscientos menos que hace años atrás
las calles son siempre las mismas-pensó-
lo que cambian son las personas y los pasos,
crecen soluciones en gases nobles,
explotan como óxido ferroso,
una mezcla de argón y mercurio
que consume breve el celuloide.
Yo la miraba a la distancia
así como debe mirarse
lo bello que hay en este mundo.
Me dije: ahí tienes a alguien hecho a tu medida,
aún Santiago en desidia puede ofrecer algo:
- La imagen de una joven caminando por ahí.
- Flotar inerte entre cardo mariano
(fractal/bella inmovilidad de algunas cosas)
- Oír el chasquido brillante antes de la explosión.
Texto agregado el 15-12-2018, y leído por 50
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