Por más desengaños que han rodeado mi existencia,
se que algo maravilloso vive en mí que me hace,
renacer de cada uno de ellos,
¡impulsándome a seguir renovada!
Es como si mi mundo interior transformara,
los desengaños, las tristezas,
en experiencias haciéndome más segura,
¡valorando la vida!
¿Cuantas veces creí no soportar más dolor?
No solo el dolor del cuerpo sino el del alma,
sin embargo el antídoto llegaba,
¡increíble milagro!
Como tersas caricias de ángeles,
cobijan la esencia de esta mujer,
para que siga en la vida siempre siendo,
¡el ser que soy!
Pudiendo conservar mis valores, mis creencias,
estimulando mis ganas de buscar siempre más,
haciéndome saber que falta tanto que descubrir,
¡sembrando esa fuerza para continuar!
¿Muchas veces me he preguntado de donde me llegaban?
Hoy tengo la seguridad, se su procedencia,
la ayuda nunca me llego de nadie terrenal,
¡es un don celestial!
CAL.COR |