Después de…
¿Quién eres?
¿Qué haces aquí?
Me pregunto qué canciones habrá entre los dos
Solo un monto de carne
enrollada en albores de antaño
Sopla una asfixia intoxicante, inertes estériles
Un silencio vacío inunda mi ser
He descubierto la ausencia perenne de yo en ti
No retoñado en tu piel
Un profundo puñal de conciencia amarga y cruel
atraviesa mi garganta
Un súbito respiro que encandece mi corazón cual efímero
Momento se apaga y vuelve a caer
Infértil pasado que germina un mañana desdibujando sombras
Confusas titilantes, cándidas mentiras, tiernas infidelidades confesas
Opacan tu ser,
¿quién soy?
¿Qué hago aquí?
Me asalta tu mujer de hoy, dice:
¡alto ahí!, manos arriba, dame todo lo que traes
Saco de mi pecho, entrego el corazón
mano en bolsillo, un rollo en ternura
en mi morral un montón de recuerdos de todos los tamaños, colores y sabores
y dice: ¡nada papito, los quiero todos, bájese del bus!
con gran ansia y encantadora astucia los arrebata de mi mente y mi cuerpo
Y así, corriendo en la lejanía de añoranza, veo como se pierden mis ganancias de ti en el tiempo.
Así, solo y vacío me quedo con lo quedó…
Esto…
¿Será semilla?
¿Será “mientras tanto”?
¿Será miedo?
¿Será “no lo pierdo, este me quiere, mejor me quedo”?
¿Será amor, cariño, deseo?
Quien sabrá quién sabrá, el tiempo lo dirá…
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