Llegaron los nietos con la abuela, antes de su repentina llegada la casa estuvo vacía, sólo julia me miraba desde el estante de libros, llevaba un vestido marrón de cachemira adornada con encajes, bajaba por su cabecita
dura una cascada de cabellos anochecidos como sus ojos, jamás ví pestañas mas largas ni niña más quieta y callada, sí, desde allí me miraba mi julieta de mirada patética, conversamos tanto en las noches, escondida ella, escondido yo de la luna en este cuarto sombrío, atrápame, le decía, en tu mirada ... no quiero desaparecer en cualquier momento, no queiro qeu lo permitas entendido ? y ella afirmaba siemrpe con su voz callada de muñeca.
Antes de la repentina llegada de la abuela, la casa estuvo vacía, antes de que la casa estuviera vacía no hubo nada. Yo solía habitarla de tanto en tanto cuando yo mismo me reconocia un lugar impropio para quedarme.
Yo repasaba los recuerdos, veia pasar la imagen de los años y de tanto hacer esto y aquello, de tarde en tarde, de mañana en mañana, de noche en noche, mi vida resultaba una historia difícil,enredada.
Sucedía también que cuando echaba las cartas de las-cosas-que-pudieron-ser sobre la mesa de los recuerdos, la fragil materia de que ellos están hechos era atravesada por una gruesa sustancia de deseos...y entonces dudaba
¿fuí a la universidad? ¿realmente me casé con la mujer y fuí tan feliz como lo recuerdo? ¿acaso no se metió al convento escogiendo para siempre lo que yo soy sin ella? renuncio a saberlo...
El caso es que estoy aquí, olvidado del mundo y de las personas, seguro ante todos ellos, elevado como una torre vieja, inservible, apoyado sobre un pedestal de nada, vacío, muriendo de una herida imposible de determinar...
Pero me queda Julia...con sus pupilas fijas mirando no se que ..........guardando algún secreto

Ah...y mis nietos que acaban de llegar con su abuela...