Erase una vez un personaje de la TV, de cierta aparición en programas de cable, medio pelotudo, bastante alto y patón, es el protagonista de nuestra historia. Tomás Fricher su nombre.
Dicen que un día Fricher fue a la sesión de psicoanálisis a la que se sometía semana tras semana. Para su sorpresa, mientras esperaba que la Licenciada Raimundez lo llamará, ingresó a la sala de espera Carla Conte acompañada con un hombre alto y patón.
- ¡Qué sorpresa! ¿Vos sos Carla Conte, no?
- Sí, soy yo, je, je, Carla Conte, La Quesona, ja, ja. Y es Carlos Sebastián Sosa Silva, ex arquero de Vélez. ¿Cómo te llamas pibe?
- Tomás Fricher.
- Ja, ja, me dijeron que con la Licenciada Raimundez estaba atendiendo a un tal Alejandro Biscardi en este momento, es cierto? le preguntó Carla a Fricher.
- Hay dos chabones ahí, eran unos que hacían picadas. Los mandaron a hacer terapia.
Carla Conte miró a Sosa y le dijo:
- Son ellos. Alejandro Biscardi y Alejandro Radetic.
- Mejor aún je je dijo Sosa.
Para sorpresa de Fricher, Conte y Sosa, muy bien vestidos ambos, con guantes negros en sus manos, sacaron de un bolso, revólveres con silenciador y en forma rápida, casi inmediata, ingresaron en forma abrupta en el consultorio de la Licenciada Raimundez.
Carla Conte se puso delante de los dos Alejandros, Radetic y Biscardi, que miraron con terror lo que estaba pasando.
- ¿Qué haces loca? dijo aterrado Radetic al ver a Carla apuntándole con un revolver con silenciador.
- Los asesinaré a ambos fue la fría respuesta de Carla Conte.
- ¡Bang! La asesina disparó un primer balazo, bien certero, que impactó en el cráneo de Radetic, que quedó muerto de inmediato. En forma inmediata Carla efectuó un segundo disparo.
- ¡Bang! El segundo disparo impactó en el cráneo de Biscardi, que cayó muerto de inmediato.
- #Queso. Alejandro Biscardi dijo Carla la Quesona, mientras sacaba un Queso Mini Fymbo de un bolso y lo tiraba sobre el cadaver de Biscardi.
- #Queso. Alejandro Radetic dijo Carla la Quesona mientras tiraba un segundo Queso sobre el cadáver de Radetic.
- ¡Qué horror! ¡Socorro! ¡Carla Conte es una Quesona Asesina! dijo la Licenciada Raimundez, al ver como Carla Conte asesinaba a sus dos clientes, pero no terminaba de decir eso, cuando Carlos Sebastián Sosa, parado frente a ella, también le apuntaba con un revolver.
- Y yo soy un Quesón asesino dijo Carlos Sebastián Sosa ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! cuatro certeros balazos disparó Sosa sobre la Licenciada Raimundez, que cayó muerta.
- #Queso dijo Carlos Sebastián Sosa mientras tiraba otro Queso, sobre la Licenciada Raimundez.
Tomás Fricher estaba aterrorizado al ser testigo de los tres asesinatos, no podía creer lo que estaba viendo.
- ¡Carla Conte, una Quesona asesina! dijo Fricher, mientras Carla Conte se puso delante de él, Tomás se arrodilló y empezó a rogar.
- ¡No me asesinés Carla! ¡No me asesinés!
- Quedate en el piso le dijo Carla Conte - ¿Te gustaría tener sexo conmigo?
- Por supuesto dijo Fricher un poco aterrorizado y al mismo tiempo con gozo sexual hacia Carla Conte Quiero tener sexo con vos.
- Atalo Carlos le dijo Carla Conte a Carlos Sebastián Sosa.
- No, no es necesario, tendremos sexo le dijo Fricher a Conte.
- Bueno, tirate en el diván de la mina esta a la que acaba de matar Carlos.
Mientras los dos cadáveres de Radetic y Biscardi quedaron en el piso, Fricher se puso en el diván. Se sacó los zapatos, las medias, Carla Conte empezó a chuparle los pies, después hicieron una fellatio, y finalmente tuvieron sexo. Tomás quedó muy satisfecho, estaba muy contento. Tener sexo con Carla Conte era lo máximo. Cuando terminaron, Fricher cerró lo ojos, al abrirlos, se encontró que tenía un revolver sobre la frente, y era Carla Conte quien lo sostenía.
- Sos muy pelotudo Tomás Fricher. Te deje tener sexo conmigo. Pero ahora te asesinaré. ¡Bang!
El balazo fue único y certero. No fue necesario ninguno más. Así fue como Carla Conte asesinó a Tomás Fricher.
- #Queso. Tomás Fricher dijo entonces Carla Conte en voz alta, mientras le tiraba el Queso sobre el cadáver de Tomás Fricher, que quedó ahí sentado sobre el sillón.
- Perfecto Carla. Sos una asesina sanguinaria, cruel e implacable.
- Soy una Quesona. Y mi instinto criminal aún no quedó satisfecho. Me queda aún una bala. Y un Queso.
Carlos Sebastián Sosa se sintió amenazado. Creyó que Carla iba a asesinarlo. Pero en ese momento se escuchó la puerta. Era uno de los clientes de la Licenciada Raimundez.
Carla miró a Carlos, se sonrió, y abrió la puerta, se encontró con un muchacho joven, muy guapo, con aspecto de modelo.
- Soy Matías Ferrario dijo el muchacho.
- La Licenciada Raimundez ahora no esta presente. Estoy yo.
- ¿Vos sos Carla Conte?
- Sí, soy la Quesona Asesina dijo Carla, mientras apuntaba a Ferrario con el arma.
El modelo, aterrorizado, se arrodilló y le dijo a Carla:
- ¡Por favor no me asesines!
- Vamos a coger entonces.
Sosa, una vez, contempló como Carla tenía sexo, esta vez con Matías Ferrario. La escena fue similar, se olieron, lamieron, besaron y chuparon los pies, después ella le chupó la pija y el la concha. Finalmente cogieron y cuando terminaron, Ferrario quedó con los ojos cerrados y al abrirlos, se encontró que tenía un revolver sobre la frente, y era Carla Conte quien lo sostenía.
- Sos muy pelotudo Matías Ferrario. Te deje tener sexo conmigo. Pero ahora te asesinaré. ¡Bang!
El balazo fue único y certero. No fue necesario ninguno más. Así fue como Carla Conte asesinó a Matías Ferrario.
- #Queso. Matías Ferrario dijo entonces Carla Conte en voz alta, mientras le tiraba el Queso sobre el cadáver de Matías Ferrario, que quedó ahí sentado sobre el sillón.
Una cruel y sanguinaria asesina de hombres. En apenas un rato, no más de sesenta minutos, había ejecutado a cuatro hombres, Alejandro Biscardi, Alejandro Radetic, Tomás Fricher y Matías Ferrario. Carla ya no tenía más balas ni Quesos.
Carlos Sebastián Sosa respiró aliviado y le dijo a Carla:
- Perfecto Carla. Hemos cumplido una misión brillante.
- Ya lo creo dijo Carla Conte.
Mientras tanto todos los cadáveres, los de los cuatro hombres asesinados por Carla Conte y la mujer asesinada por Carlos Sebastián Sosa, estaban repartidos en el piso.
Sosa se sentó en el escritorio de la Licenciada, para poder hablar con la Organización. Le dio la espalda a Carla, que siempre con sus guantes negros, comenzó a revolver el bolso de Sosa, sin que este se diera cuenta. Carla tomó el cuchillo de Sosa y un Queso, y empezó a acercarse al ex arquero de Vélez.
De repente, Sosa, se encontró que sobre su cuello, comenzó a sentir el frío filo del cuchillo, de su propio cuchillo, con el que había asesinado a varias minas.
- ¿Me vas a asesinar Carla? ¿Me tiras un Queso?
- Ja, ja, ¿Porqué no? Vos tirastes muchos Quesos, porqué una mujer, una Quesona, no puede tirarte un Queso?
- Soy un Quesón dijo Carlos Sebastián Sosa la organización no te perdonará asesinar a un Quesón.
- Y yo una Quesona dijo Carla Conte mientras seguía poniéndole el cuchillo sobre el cuello a Sosa ya quesoneé a varios Quesones. Carlos Charly Berlocq por ejemplo y algún otro por ahí que ahora no recuerdo el nombre
creo que se llamaba Giacobone
Me gusta asesinar hombres, pero también me gusta asesinar Quesones, ja, ja
- ¡Esto te va a costar muy caro, Carla! dijo Sosa.
- ¡Pero vos no vas a estar vivo para verlo, ja, ja! dijo Carla Conte, y a continuación le cortó el cuello a Sosa, un profundo corte de izquierda a derecha, otro profundo corte de derecha a izquierda, degollando así a Carlos Sebastián Sosa.
- #Queso. Carlos Sebastián Sosa Silva dijo Carla Conte mientras tiraba el Queso sobre el cadáver del ex arquero de Vélez.
Carla Conte se retiró del lugar, con cinco hombres asesinados
uno de ellos un Quesón
estaba muy satisfecha, su instinto criminal estaba mejor que nunca.
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