De pequeña soñaba con monstruos. La noche anterior tuvo horribles pesadillas, pero, por suerte, su tío preferido, de visita en aquella ocasión, acudió a su dormitorio y le hizo compañía antes de descansar. Escuchó bonitas y divertidas historias y, al final, supo en confianza que a su querido tío, de pequeño, le ocurrían idénticas desgracias: “Cada vez que me despertaba por la noche, aterrorizado, convencido de estar en peligro por culpa de una criatura horrible, dibujaba lo visto en un cuaderno, luego arrancaba la hoja y la tiraba a la papelera; los sustos acabaron así." ... Sin embargo, mentía, su tío mentía. Ahora mismo una horda de contrahechos y otros seres espeluznantes está surgiendo de la papelera en la que estuvo arrojando la representación, el detalle del pánico experimentado durante tantísimos años. Son muchos y poderosos los engendros que se originaron en ese pasado de puro miedo. Están desplegándose, a punto de ser tridimensionales de nuevo, y, cuando finalicen la transición, el mundo conocerá un nuevo cataclismo, de todos nosotros solo podrá avistarse un retorcido despojo de humanidad… Eso, o que venga un guionista nuevo y proponga otro desenlace. |