Cuento
Escribe un cuento me dijeron los profanos de la letra, escribe algo que te imágines y que te salga como si lo hubieras vivido… en ese momento mi mente voló a aquellos años niños en donde sin ningún documento que avalara mi identidad era feliz correteando al lado de otro niño de piel morena que alumbro mis primeros años.
Era mil novecientos cincuenta y pico, casi los sesentas, yo era retraído y un poco asustadizo, pero él, el niño prieto era hiperactivo, corría y se subía por todos lados, investigaba y luchaba por ser, a saber qué cosa, el pelo hirsuto la piel morena y los ojos verdes hacían dispar en aquel niño que se decía era un diablito.
Años después nos separamos, cada quien corrió su historia, solo él sabrá que vivió y como lo vivió, las ideologías nos atraparon y nos vimos envueltos en la misma guerra, en la misma tierra, por la misma patria… pero en ambos bandos, él de un lado y yo del otro.
Él nunca supo que allá, en el Ixcan Grande, cerca de los linderos de la aldea Canillá, nuestras balas se cruzaron en una lucha entre hermanos, en una lucha desesperada en donde los ideales valían más que la vida, en esas montañas dejamos lagrimas, valentía y aprendimos bien fuerte el color de la muerte.
Esos dos niños nunca supieron, a pesar de todo lo unidos que fueron, que se enfrentaron valientemente a un monstruo que los separo de la vida, que los unió en la muerte y que los lleva de la mano a estar juntos siempre, hoy son dos niños viejos, juegan a buscarse sin encontrarse y ya solo esperan que la vida les pague la factura de todo eso que les robo de jóvenes.
Y… es que me dijeron que contara un cuento, que fuera cuento, pero que se leyera como si fuera real… |