Existe entre las sombras un candil que alumbra sin césar al desaliento, como la luna sobre el firmamento ofrece su magnífico perfil. Con hilos transparentes trenza anhelos de luz aunque el ocaso en ese instante invite a la penumbra desafiante que trae en su mochila nuevos duelos. Tras esa oscuridad, las dudas crecen e intentan mantener el rumbo cierto en medio de un creciente desconcierto. Entonces viejos sueños aparecen, las ilusiones llegan y florecen y en nombre del amor, yo al fin despierto.
Texto agregado el 20-11-2018, y leído por 155 visitantes. (12 votos)