De noche, mientras el cuaderno celeste escribe
y todos duermen
al hic hac hoe del teclado
lo interrumpen crujidos
puertas y ventanas que se golpean
voces lejanas
pasos invisibles en el parquet
Son los sueños de los que duermen
que salen a habitar la noche
Hay que parar de escribir y oír,
oír la oscuridad con el pulso
y los ojos abiertos, oír
por que los versos no se inventan
se escuchan en el instante justo de quietud
en las respiraciones ajenas
El cuaderno celeste escribe:
los versos escriben al poeta y nunca viceversa
Texto agregado el 20-11-2018, y leído por 83
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