Mientras el cantante de moda Julián Delacroix estaba frente a su público, nadie podía distraerlo. Las fans se arremolinaban a su alrededor a la salida de sus recital. Pero había una en especial, Collete que le escribía todas las semanas, eran cartas agradecidas, por tener ese don natural, ese talento para cantar. También le contaba cosas de su vida,
Julián jugaba al póker con sus amigos en la casa que compartía con Celina.
Mientras Celina, angustiada por no pertenecer al club de los jugadores de póker y no poseer habilidad alguna ni talento, subió las escaleras, y empezó a tirar los muebles a su paso, los que estaba jugando al póker comprendieron que deberían ir retirándose para dejarlos solos así, podrían arreglar los asuntos sentimentales.
Julián subió las escalera, y comenzaron a discutir, se tiraron objetos que estaban en los estantes, hasta que un pesado galardón símil oro cae sobre la cabeza de Celina, matándola en un instante.
Julián se sienta, y se da cuenta de que acaba de morir, pero en lugar de llamar a la policía, decide no enfrentar dicha desgracia.
En el cajón donde guarda las cartas de sus fans, encuentra la de Cóllete, aquella que escribe desde hace veinte años.
La llama y le entrega un sobre, y le pregunta si haría cualquier cosa por él. Ella dice que sí, que hace años que es su admiradora numero uno.
Julián tenía una hermana en el sur de Francia, un crematorio de animales, la envía a Collete, con el cadáver envuelto en una alfombra y le dibuja en un mapa el recorrido que deberá hacer hasta el llegar a lo de su hermana.
Collete arranca el auto, no sin antes mirar que llevaba un cadáver en su interior, y empieza a manejar hacia la autopista, después de cuatro horas de manejo, y al llegar a la frontera con Suiza, descubre que no podrá pasar porque sus documentos no están en regla, y compra en una tienda unas palas, unos guantes descartables, y se dirige al bosque. Cava una tumba y entierra el cadáver.
Vuelve y sigue con su rutinaria vida, en el salón de belleza depilando a las mujeres hirsutas.
Julián va la policía y declara la desaparición de Celina, diciendo que hace cuatro días que no aparece en su casa.
El inspector de policía sospecha del cantante, pero a su vez explora otras posibilidades.
Advierte que una admiradora, entra todos los días a su sitio web. La entrevistan, durante 48 horas.
Mientras tanto, en el bosque encuentran el cadáver de Celina sin un anillo que Julián encuentra entre unos almohadones de su casa.
Decide ir a la Casa de Colette y colocarle el anillo entre sus enseres, para incriminarla. Pero los policías no llegan a encontrarlo. Se repite el interrogatorio a Collete, por otras 48 horas, pero ella no flaquea en sus declaraciones.

El cadáver encontrado es de Celina.
Pasa el tiempo y Collete es tan perspicaz, que evade todos los interrogatorios.


Pasan dos años…
Es otro recital de Julián Delacroix.
Collete va con sus hijos esta vez, se sienta en primera fila y al terminar de cantar aplaude en forma estentórea.
El crimen ha quedado impune.