Pilar no está conmigo. Para ella solo fue un devaneo. Un agradable pasatiempo sin siquiera rispidez alguna.
Muy lejos de ser una aventura de amor conjunta.
El sueño fluye y un momento después se transforma.
Me gusta ahora lo que siento. Es tan agradable, que un intenso
deseo de vivir me despierta.
Descubro sus labios besándome mientras abro mis ojos.
Ella me pregunta si estaba soñando.
Le respondo que sí, pero ya no recuerdo.
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Marcelo Arrizabalaga.
Buenos Aires, 13/3/2017.
Texto agregado el 19-11-2018, y leído por 244
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