Mabel y yo hemos tenido un pequeño desacuerdo de ideas, y opiniones, es que cada cual tiene su historia de vida y ahora estoy escribiendo sobre ella, porque me he tomado una copita de vino tinto en ayunas ¡hic hic hic! ¡Salud! Por lo que puedo exhibirles toda mi alma y corazón.
Mabel tuvo un pasado apoteótico, una camioneta todo terreno, una casa con cinco habitaciones dos baños, pileta, una mucama, tres hijos y un marido proveedor.
Ella trabajo llevando a gente en un chárter a capital pero, a lo que más se ha dedicado es a la crianza de sus hijos, por lo que lo considera un baluarte, sin recompensa. Tal es así que sus hijos en el día de hoy que, ella se ha separado de su marido y conviven todos en el mismo terreno de cuatro casas en el barrio de La Loma, casas sobre la misma calle, sus hijos la repudian. . .Y es un odio visceral, y me pregunto el ¿por qué?
Han querido las circunstancias que la hipócrita la sociedad y las costumbres haya dejado simiente en su conducta, por lo que les ha ocultado a sus hijos, la separación física de su marido, y su apego a otro señor de unos cuantos años más joven que ella. ¿Es eso un pecado de la carne?
¿Ha venido la serpiente ha engatusar a Mabel con su lascivia y lujuria? Nada de eso. Su marido la ha engañado con cuanta mujer se le haya cruzado, y además no solo engañado sino menospreciado, vilipendiado, frente a sus hijos y manipulado. También ha mantenido a hijos de sus amantes y nietos quizás. Todo permaneció oculto en este pueblo benigno, y complaciente….
Mi pregunta apunta a la doble vara establecida hacia las mujeres y hacia los hombres.
¿Eso es correcto?
¿Es eso posible? Por supuesto que sí, en esta sociedad machista y patriarcal, donde las mujeres somos úteros para reproducirnos. Algo está cambiando, pero es lento y basta hablar con los hombres que se dicen emancipados, para escuchar lo que sus mentes piensan.
Y no admiten a boca de jarro.
Volviendo a l otro tema, ahora que ella permanece en su hogar y sus hijos viven alrededor, no cuenta con la capacidad de dinero para sustentarse, es correcto que sus hijos ¿dejen de apoyarla?
Mabel vive en una burbuja de oro y oropeles, de su antiguo esplendor, que ya no existe.
Y es eso lo que quise hacerle comprender pero no ha sido de un modo saludable.
Y se mantuvo imperturbable ante mis sugerencias y me ha o odiado como se odia a las sanguijuelas.
Decir la verdad es sincericidio. Hay que tener tacto, locuacidad, diplomacia.
Mabel, le regala en la actualidad regalos costosos a sus nietos que no puede solventar con su jubilación que es paupérrima, y sus hijos no reconocen ningún esfuerzo, solo que ella ha abandonado a su marido y ha conseguido un hombre más joven.
Y los hombres que deambulan con mujeres treinta años más jóvenes, para sentirse ellos más jóvenes y potentes ¿Qué?
Este sin fin de preguntas sin respuesta anidan en mi mente, ahora que he bebido y les digo
¡Salud!
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