Pasan los días en un ensordecedor silencio,
como si con él te libraras de lo que realmente pasa a tu alrededor,
solo te pierdes en las desventuras de tus negativos pensamiento,
regodeándote en tus equivocadas miserias,
¡sin poder admirar lo que realmente posees!
Mientras escribo sobre la mesa iluminada,
diviso por las ventana como cae la lluvia copiosamente,
regalándome esa sensación de armonía,
haciéndome comprender que no puedo revertir los acontecimientos,
he golpeado tu puerta miles de veces,
insistiendo brindarte mi comprensión,
¡cuando cada opción es desechada!
Me niego a seguir buscando caminos alternativos para llegar a ti,
cada uno elige su propio destino,
¿te gusta vivir así?
no quieres salir de ese callejón donde te has metido,
¿quién soy yo para querer modificar tu decisión?
Me alejaré contenta por que trate de todas formas hacer,
“ que esto fuera claro”
invertí mi experiencias con el fin,
de que tu presente sea más prometedor,
teniendo la posibilidad de transitar la vida colmado de ilusiones,
“no lo he podido lograr”
no fue por falta de entusiasmo ni de dedicación,
“aceptar”
¡es un proceso de maduración!
CAL.COR
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