Cinco letras que te dan la pauta que no hay una razón para continuar.
Cinco letras que ha costado mucho decirlas.
Cinco letras que será difícil mantener vigente sin volver a reincidir.
Cinco letras que de acá en más me van a marcar como un antes y un después.
No han sido pronunciadas por orgullo,
es la medida que debía tomar para dejar de flotar en la incertidumbre,
escribirlas me causa un dolor intenso en el pecho,
el cumplirlas será una tarea titánica que me he impuesto,
pero si algo que tengo bien claro que en la vida no se puede aceptar las medias tintas,
lo tienes todo o es preferible no tener nada,
“el amor”
¡no se mendiga!
Adiós a los sueños que alguna vez disfrutamos robados al inconsciente.
Adiós a lo que no fuimos capaces de vivir con entereza lo que el cielo nos obsequió.
Adiós a esa etapa de esperanzas vanas que solo dejaron un corazón herido.
Adiós a esos sentimientos que crecieron sin medida asfixiándome.
“Adiós”
No me aferro más a quien es sordo a mis latidos.
A quien no escucha el timbre de mi voz.
Al que ha sido ciego a las miles de palabras escritas a través de los años.
“Adiós querido”
¡Adiós amor!
CAL.COR