La deseo entre mis brazos.
Desde hace un año que la veo todos los días en la universidad. No dejo de pensar en ella, supongo que es soltera… no es la mujer más bella que he visto pero tiene algo que me atrapó.
Siempre que la veo, viene sonriente con sus amigas. Un día la vi cruzando el puente, yo venía en sentido contrario a ella y fue cuando la vi por primera vez muy cerca de mí. Debo aceptar que me porté cómo un idiota, al pasar junto a ella comencé a cantar cómo estúpido nervioso.
Dejé de verla un tiempo hasta que un día la miré de lejos, ella respondió, su uniforme había cambiado lo que quería decir que la universidad terminó.
Ella ni yo nos atrevemos a decir hola o ¿cómo te llamas? No sé, cualquier cosa. No tenemos amigos en común, más qué estudiamos en la misma escuela.
Dudo que quiera fijarse en un hombre como yo… un gordo de 1.78 m 125 kilos, de cara redonda, anteojos, cabello oscuro (y virgen).
Ella… para mi es perfecta, de 1.65 aproximadamente, unos 90 kilos, de cabello castaño claro, anteojos. (Quiero ser el primero…)
El primer hombre con quien despierta por la mañana reposando en mi pecho desnuda y yo acariciando su noble rostro. Ser el primero con quien sienta dolor, quiero ser el primero en lamer esos dulces senos, besar su boca llena de amor. Saborear eso que tiene en la entrepierna que derrama placer.
Que sea la que me dé, el sí frente al mismísimo Dios, que me dé los hijos más bellos del mundo, con quien discutir y reconciliarme…
Pero la duda me acongoja todo los días. No me atrevo a acercarme a ella, me da una infinita vergüenza.
Todo esto se termina hasta que un profesor de un grito me despierta de aquel sueño…. Yo estaba hasta atrás del salón, la mochila la tenía en las piernas así que nadie podía ver mi erección. Traté de responder al maestro lo más razonable posible y el maestro se conformó. Salí corriendo al baño y me limpié.
Tiene días que no la veo, he buscado en “fb” en “insta” y tiene sus redes totalmente privadas.
Me da miedo acercarme a ella y me rechace, tal vez no soy lo sufrientemente guapo y atractivo para ella. Quizá ella piense lo mismo y no sepa cómo acercarse a mí.
Pero lo único que sé es que….
La deseo entre mis brazos.
|