Si estas leyendo este correo es porque porfin tuve el valor de tomar mi propio camino,

Creo que el dolor que siento en mi corazón al alejarme es a cambio del tiempo extra que decidi vivir contigo, ya no me tocaba, nuestro ciclo ya se había concluido y sin razón me quedé a la sombra de un sentimiento de bienestar que provoca sin duda tu compañía, una felicidad de compartir mi individualidad contigo, como si yo fuera realmente fuera dueña de esa "individualidad"

al tratar de mantener algo a fuerzas que me hiciera "feliz" no advertí que ya nos unía muy poco. Aprendí a callar mis sentimientos, y eso fue vulnerando el lazo prinicpal de la confianza y la lealtad.

Mimeticé mi vida a tu vida, me sedujo el resplandor de tu grandeza y apagué el mío. A cambio coloqué espejos para que reflejaran tu propia luz en mi, que vieras en mí lo que querías ver.

Pero la naturaleza se hace cargo siempre, mis entrañas gritaban: -" reacciona!". Yo no podía vivir eternamente triste, eternamente esperanzada en tu voluntad. Ellos me necesitan feliz, y yo quiero ser feliz en sus ojos.

La racionalidad que un dìa uniò nuestro destino
Un recuerdo que dejaré al viento que lo borre, un beso que perderá sensaciòn, una historia que quedará silenciada, una voz que llamará otra presencia.