…Sí, así es esto, ¡efímero, efímero!, un segundo antes el mundo es tuyo y al otro, ¡pum!, no tienes nada, y solo basta un instante, una decisión, una palabra, a veces hasta un gesto o casi, para perderlo todo, sí… la vida resulta hilarante, un monstruo tras una máscara de lo más ordinaria, pensó, trastabillando y expulsando otra bocanada de sangre mientras daba un paso hacia la avenida, luego giró a izquierda y como pudo caminó hasta un poste de luz, allí había estacionado su moto, se detuvo, miró alrededor y, bajo la llovizna que seguía, se derrumbó de espaldas, "bien, bien", dijo, abriendo la boca para beber un poco de lluvia, "la cosa es que un padre de familia sale por mandado, sí, un padre ordinario, nada especial, su esposa seguramente lo espera en casa, sus hijos, su perro, ese padre hace las compras y regresa, es un padre ordinario que camina de regreso por una calle vacía, entonces la vida lo elige, otro hombre lo aborda, le pide sus cosas, lo amenaza y… aquel padre, sí, ese padre ordinario, saca un revolver y me da dos tiros, sí, así nomás, dos tiros, tan fácil, tan trivial, tan loco…". |