Ahora que avanza la tecnología y la longevidad de los sujetos, ahora que somos conejitos de indias de los laboratorios multinacionales que solo quieren ver sus ganancias aumentadas y allí estamos los simples patéticos mortales, aceptando, como en la película the Wall.
Veo un futuro distopico, ninguna esperanza, solo el amor y a veces. Solo la proximidad de, la comunicación, la solidaridad, la generosidad, el altruismo. Conllevar y ser parte del ejercicio de crear otros seres humanos, en su infancia, y crecimiento, para que sean saludables, optimistas, desafiantes, alegres… En cualquier núcleo social, que haya maternaje, con diferentes géneros, que acepten sus diferencias y se apropien y ejecuten la materialidad de la vida. Que satisfagan sus necesidades básicas, para luego lograr metas. Que sean exitosos, pero no en la medida da la palabra dinero. Que fracasen y aprendan de sus errores y que el desafío de vivir los acompañe.
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