Mariposas en Bogotá.


Hoy caminando por mi casa vi por el camino mariposas; chiquiticas y una combinación entre verde y azul que con el sol se veía como aguamarina.


Esto es realmente raro ya que hace mucho no veía mariposas, en abundancia, y menos en esa zona, aparecieron durante todo mi camino, hasta la autopista.


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Fue un día muy bonito, desde que desperté hasta antes de llegar a la casa, todo se había juntado en esas fechas, más allá de eso todo se había cuadrado cómo se ha cuadrado y de la forma en que está dispuesto ha sido perfectamente equilibrado, es decir, me parece difícil que los días, los acontecimientos, su orden en el tiempo y los espacios se cuadren de una manera más pertinente para hacer más allá de única; histórica, interesante, a veces deseable en su totalidad la realidad que vivo.


La marcha, el haber vuelto del viaje, el paro, las asambleas, el ejemplo y las palabras de los indígenas. Todo esto me ha hecho reflexionar sobre la fortuna de mi vida, no necesariamente la buena fortuna, a entender que hay cosas que en mi vida tienen un peso que me coercionan y de alguna manera terminan cambiando mi forma original. Pero a pesar de todo lo que implica la vida que vivo, urbana, consumista, académica y contemporánea mi única opción es actuar y no perder el sentido o desfallecer.


Me parece que esto lo he sabido desde antes pero no tenía muchos ojos ni tacto para actuar debidamente, mucho menos para mantenerme. Siempre ha sido histórico, interesante y deseable, al menos de algún modo, la realidad que me toca, incluso siempre lo he sabido, pero al ser tan ingenuo y joven y ver problemas en el camino he desistido de luchar porque me mostraron lo que pasa al luchar. Me refiero al solo hecho de que la lucha siempre será ardua, a veces, para menos virtuosos como yo, confusa.


Otra cosa que resaltar es el por qué luchamos, esta pregunta nos lleva a encontrarnos con la realidad y nuestro deseo, el cual sin lucha deseo será.



Resaltar que hace mucho no veo mariposas acá es para resaltar que hace tiempo mi visión de la ciudad ha cambiado, es un lugar jodido. Pero verlas ese día con ese sentimiento de esperanza y optimismo, basado en que sé que somos muchos y en que nos queda energía para luchar. Y aunque seas delicado y vivas en un mierdero como la ciudad aún puedes vivir.


Escrito la mañana del miércoles 10 y la noche del sábado 13 de octubre, 2018.