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Desde las tres de la tarde del Sábado que estábamos con eso. Rodeados de vecinos curiosos que compartían la ilusión con mi padre y conmigo.
Sabido era que a papá le habían echado de la fábrica porque ya no se vendían sombreros en el pueblo. Que estaban pasados de moda decían.
Tres meses comiendo lo justo, y cuidando las monedas.
Esa tarde, se había cruzado con una señora justo en el momento que botaba a la calle los restos de una bicicleta. Y se la trajo para casa.
Con mi madre adivinamos la esperanza en su rostro, pues se veía serio pero animado.
-¿La encontraste? – dijo ella.
-Sí, y si no recuerdo mal tengo el resto en el galpón.
Un par de horas más tarde, la bicicleta estaba lista.
Nuestra esperanza estaba puesta en el puesto de cartero, para el cual solicitaban hombre de entre treinta y cincuenta años con bicicleta propia.
Yo además, ansiaba usarla con cuidado por las tardes luego de que él volviese del trabajo.
El lunes a primera hora estuvimos en la puerta del correo.
Nos extrañó ver que el letrero pidiendo postulantes, ya no estaba colgado en el frente.
Sostuve la bici expectante, mientras papá se dirigía al interior.
Unos quince minutos más tarde, mi padre salía con cara seria y sin brillo en los ojos.
-¿Qué pasó, papá?
-Le dieron el puesto al sobrino del Jefe de Correos.
No quiso montar en la bici de regreso a casa. La puso a su costado y echamos a andar.
—¿Y ahora qué queda? - dije, andando a su lado.
—Nada, hijo. Caminar y silbar. Solo caminar y silbar.
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Marcelo Arrizabalaga.
Buenos Aires 15/9/2017
https://youtu.be/SKB8dL-8X9c?si=2nTC2oVS4gHvbo6v |
Texto agregado el 20-10-2018, y leído por 268
visitantes. (13 votos)
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Lectores Opinan |
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22-10-2018 |
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Este cuento me recuerda una vivencia. Cuando terminé la escuela primaria, tuve la posibilidad de ingresar como mensajero en el telégrafo de mi pueblo. No fue así, mi adorado papá no tenía dinero ni para comprarme una bicicleta usada. Hermoso recuerdo 5* juancarlosII |
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21-10-2018 |
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Un cuento triste y hermoso glori |
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21-10-2018 |
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Es un cuento triste y hermoso. glori |
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21-10-2018 |
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Es cuento con sabor a pueblito. A mi padre lo bajaron de un escritorio y le entregaron un machete. Ví mejor fortuna en el tuyo: Silvar y caminar. Te felicito. peco |
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21-10-2018 |
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Al menos les quedó la bici !!!! Algo saldrá... Seguro. Cinco aullidos en dos ruedas yar- |
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21-10-2018 |
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es maravillosa tu historía. en el fondo una triste realidad yosoyasi |
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21-10-2018 |
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Preciosa historia, conlleva una gran lección: seguir adelante sin claudicar. Saludos, Carlos. carlitoscap |
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21-10-2018 |
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Me gustó esta historia realista y sencilla. Hipsipila |
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21-10-2018 |
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Se me hizo un nudo en la garganta, no hay mal que por bien no venga. Soy una prueba viviente de aquello.. Hermosa historia Marcelo... Abrazotes kahedi |
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20-10-2018 |
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Generalmente los triunfos se logran sumando fracasos, por lo tanto lo importante es seguir caminando sin perder la esperanza. vicenterreramarquez |
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20-10-2018 |
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Qué bien escrito está. Despiertas emociones y eso es grande. Abrazo. sendero |
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20-10-2018 |
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Me dio mucha tristeza tu historia . también bronca porque aunque para un puesto tan sencillo tenés que ser amigo o pariente de...., ver desinflarse la esperanza es muy triste, lo he visto varias veces. Besitos. Magda gmmagdalena |
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20-10-2018 |
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Final triste pero nos enseña que no podemos toma los fracasos como una tragedia sino, seguir silbando y caminar elpinero |
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20-10-2018 |
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Hmmm...queda una cierta sensación de tristeza, pero adelante nomás! MujerDiosa |
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20-10-2018 |
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Buen final; así escogemos dar con la vida; mandando todo a la mierda o silbando. Saludos desde Iquique Chile. vejete_rockero-48 |
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