12
Como las huellas que en la arena deja la ola
cuando el mar se retira
una hoja del cuaderno celeste se desintegra
en el viento y la resaca salina
Un ramo de algas rojo se seca
en la garra crispada de la rompiente
cuando la marea suba, se hundirá en el mar
El cuaderno celeste escribe en una hoja nueva:
El mundo no termina
el amor pronto volverá a poblarlo
13
Con el índice sobre los labios
encabezando los pasillos blancos
ella le pide silencio:
al cuaderno celeste
al sincopado taconeo de las enfermeras
al rodar de las camillas
al carraspeo de los doctores
a los jadeos de los residentes y enfermeras
al constante entrechocar del instrumental
a las puertas de las ambulancias y ascensores
al rumor de mar de todos los televisores encendidos
a los pi pi pi piiiii de los respiradores
al ruido acre de las impresoras rayando las facturas
Al llanto de los que llegan
Al silencio de los que se van
El cuaderno celeste escribe:
El silencio de los hospitales
se parece mucho
al de los aeropuertos
Texto agregado el 18-10-2018, y leído por 75
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
26-10-2018
Estos versos me dieron tristeza, los vi, yo también perdí hojas del cuaderno de mi vida y también sufrí el silencio-ruido de los hospitales. Magda gmmagdalena
18-10-2018
Me gustaron tus cuaderno celeste, los leí todos rescato lo descriptivo de su relato que cuando no se tiene claro de que parte de la hoja te encuentras muta a lo inentendible del desciframiento de la necesidad de las dobles lecturas o la personificación de nuestros propios papeles, desde este lado de la hoja te leí entendiendo a quienes no entienden victorvac
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