Vas y vienes
de una ciudad a otra
tomando un nuevo rumbo,
y al mismo tiempo
volviendo a mi encuentro.

Una cuerda malgastada nos sostiene;
partió siendo fuerte y firme,
pero de tantos tirones
ya muchas huellas tiene.

Ya vienes de nuevo,
pero ya se que te irás;
porque así me lo vienes anunciando,
y a mi no me queda más
que ver como te vas
luego de estar conmigo
y compartir hasta el último rincón de tu piel
y entregarme todos tus secretos.

Te vas y ya no me da tanta tristeza;
vuelves y ya puedo esperar con paciencia,
porque mientras no estás,
lanzo mi vida a los tantos caminos que me esperan,
y cuando vuelves,
pauso un rato mi rumbo
para regalarte un rato mi cariño.