El tiempo inconcluso,
ahora en un vetusto papel apagado
que un día ya fue tan sensible a la luz.
Una clandestina felicidad estática,
sin irrefutable fecha de caducidad.
La inocencia inerte
en una difusa pose,
la revelación afable
desde un rincón de nuestra memoria,
la encubierta sonrisa
que aquel recuerdo nos provoca
y el deseo de volver animoso
a un evocador pasado
en el que éramos todos protagonistas.
Sin mácula, sin el dolor futuro
que cronos nos tenía reservado.
En el idealizado contexto
que solo la distancia nos crea
cuando omite ausencias y pérdidas.
Modesta elegía por un pasado mejor.
Ubi sunt por los que aquí quedaron
y se perdieron en el tiempo.
Requiescat in pace por los que partieron
y vuelven ahora evocados en la imagen.
Aquí nos lleva indolente
el espejo de la memoria;
un cajón abierto,
una antigua fotografía.
Texto agregado el 12-10-2018, y leído por 94
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