LA MUJER DE LOS DOS ROSTROS

CAPITULO III

Pasado algunos días, la hermosa Martiña estaba en su mansión cuando oyó el ring del teléfono, ésta se apresuró a tomarlo, y contestó: pronto, pronto. Del otro lado del teléfono se oía una voz llorosa que decía: Martiña, Martiña, la mamma se nos muere, y con voz quebrantada y nerviosa le contestó: en una hora salgo para allá. Mandó a preparar su avioneta y se marchó con dos de sus guarda espalda que siempre salían con ella cuando lo creía conveniente.

Cuando llegó a su casa corrió hacia la habitación de su madre, le tomó sus manos y sus labios reposaron en su frente, y con voz quebrantada le dijo: Mamma, mamma, no se muera, eres lo único sagrado que tengo en mi vida y no te me puedes morir. La Mamma la miró con tristeza y le dijo: figlia yo nunca pude entenderte, siempre me estuviste lejos de ti, enviándome mucho dinero y llenándome de lujo, pero no de amor, desde chica conseguías lo que querías con tu cara de Ángel, pero siempre fuiste rebelde. Mamma, no parlare per favore, perdonami, perdonami, le decía ésta con sus ojos inundados de lagrimas. Era la primera vez que lloraba de verdad.

A pocas horas murió su madre y Martiña mando hacer un funeral digno de ella. Después del funeral tomó su avioneta y se devolvió a la ciudad donde estaba residenciada.

Francheska tuvo dos días fuera de sus actividades comunes, cuando llegó a su recinto los hombres Xs notaron que estaba más fría que de costumbre y tenía muy mal humor, les preguntó que si habían sabido algo del Industrial, ellos contestaron que sí que le habían preparado un agasajo en la Embajada, ella les dice: bueno ahora déjenme sola, quiero pensar lo que voy hacer.

Martiña fue invitada a ese agasajo y se puso un traje seductor realzando su exótica belleza. Cuando llegó a la embajada todas las miradas estaban puestas en ella, los hombres la admiraban y las mujeres la envidiaban, llevaba una idea fija en su mente, y era la de seducir al industrial, y lo logró; él se interesó en ella y hablaron y bailaron casi toda la noche, ella le hablaba con dulzura preguntándole acerca de su secuestro que había sido todo un notición, pero él no quería hablar sobre de eso, pero ella con su voz mimosa insistía, y le decía, según las noticias fuiste muy valiente ¿ y qué le dijiste a los secuestradores para que te soltaran? Oye Martiña! Lo que puedo decirte que para mí fue un mal momento que quiero olvidar, le respondió él algo nervioso. Martiña lo ponía nervioso con sus preguntas y su cautivante belleza. Ella pensaba, éste se me está pasando de listo no puedo sacarle nada, este trabajo es para Franchesca; al instante cambiaron de conversación y hablaron de diferentes temas entre ellos de música y de arte, él estaba fascinado y le pidió verse de nuevo, ella aceptó gustosamente. Al momento de despedirse él le entregó una tarjeta con una dirección, donde podrían verse y hablar cómodamente.

Al siguiente día Francheska amaneció de mejor ánimo y le entrego una tarjeta a Manollete, y le dijo: quiero que vayas esta noche a esta dirección con Xs8, Xs11 y Xs13 y me traes al pajarraco aquí, pero quiero que vayan con cuidado y estudien la situación y miren si no hay moros, no quiero errores, pero a la dama no me la toquen, que esa puede ser peligrosa. Acuérdense, no me la toquen, se lo repitió nuevamente. También llamó a los hombres Xs1 y Xs2 y los mando a otra misión a que se introdujeran en la FIP, (Fuerza de Inteligencia Policial) y buscaran al que llamaban azulejo y lo trajeran a las 12pm. Que ella estaría esperando porque ella quería hablar con él.

Al que llamaban azulejo era el hombre Xs-19, que ella tenía infiltrado en la FIP y le pagaba muy bien para que le pasara información.

Continúa…