Basado en hechos reales
Estábamos todos, no faltaba nadie; Juliano, Pamela, Manuel, Angélica, Óscar, Betty, René Veritas, Yasna, Lucho Pizarro, y yo. Desde muy temprano esperábamos impacientes; ansiosos y quizás hasta algo entumecidos por el reinante frío; más soportábamos las bajas temperaturas del naciente invierno con las típicas e incoherentes pláticas y risas que van de la mano con la rebelde juventud.
El estadio "Tierra de campeones" rebosaba de una increíble y desordenada multitud de adolescentes nunca antes vista en la región; podría apostar que hasta los mismos organizadores del evento jamás imaginaron una respuesta de esa magnitud. Recuerdo muy bien que dicho acontecimiento fue principal noticia en varios de los medios de comunicación nacionales.
Desde mucha distancia cualquier persona podía observar con claridad las vistosas letras de color rojo que teñían el telón que colgaba desde la entrada del coliseo deportivo. "En Iquique por primera y única vez, dos de las leyendas del rock latino americano presentándose en vivo; "Virus" (con Federico Moura a la cabeza), junto al grupo "Los enanitos verdes" harán de esta noche, una inolvidable fiesta" pregonaba aquella vistosa publicidad. Un interminable océano de jóvenes había asistido al llamado, y aguardaban impacientes la apertura de los accesos al concierto.
_ Necesito orinar_ Anunció repentinamente René veritas_ Acompáñame para no ir solo. ¡Rápido que me hago pipí!_ Dijo tomando del brazo a Lucho Pizarro; ambos cruzaron corriendo la avenida en dirección de la playa_ ¡Volvemos en unos minutos!_ Gritó a la distancia antes de internarse en la costa.
Las horas pasaron lentas; pero finalmente la muchedumbre comenzó a movilizarse en dirección de las puertas principales; habían autorizado el ingreso de los asistentes.
_ ¿Quién tiene las entradas? Por favor, Manolo espera que le den las entrada_ Grito Angélica entre los vítores del gentío. Por su parte Manuel se abre paso encabezando nuestro grupo.
_ Creo que Pamela tiene las entradas_ Respondió Betty.
_ ¡Pamela dame los boletos que estamos por llegar a los accesos!_ Vociferó fuertemente Manuel.
_ ¡Yo no tengo nada, René Veritas guardaba los boletos!_ Respondió Pamela desconcertada_ ¡Y no he visto a René desde hace un par de horas!
_ ¡René fue a buscar un lugar en la playa donde hacer pipí; lo acompañó Lucho Pizarro!_ Dijo Óscar, quién miraba detenidamente la costa.
_ ¡Eso fue hace dos hora atrás! ¿Donde está ese par de imbéciles?_ Manolo manifestaba los primeros signos de enojo.
_ Tranquilos, ya estarán por regresar_ Intervine dándole a mis palabras toda la tranquilidad que logré reunir. Estoy seguro que todos pensábamos que René veritas y Lucho Pizarro no volverían.
_ Sus boletos por favor_ Exigió el portero cuando inevitablemente llegamos al portal de ingreso al estadio.
_ Un amigo tiene las entradas, ya está por llegar ¿Podríamos esperarlo en el lobby?_ Preguntó Manolo.
_ No, esto no es una sala de espera. Y si no tienen los boletos, no pueden ingresar a ver el show. Así que muévanse para un lado por favor; dejen pasar a las demás personas que si pueden entrar_ Fue su respuesta directa y lapidaria. Tan solo pudimos alejarnos en silencio.
Estábamos casi todos; Juliano, Pamela, Manuel, Angélica, Betty, Óscar, Yasna, y yo. Solo faltaban René Veritas y Lucho Pizarro.
El concierto había comenzado hace aproximadamente tres horas, y ya estaba por finalizar.
Nos quedamos afuera del estadio, sentados en la acera; como si fuésemos indigentes, bebiendo algunas cervezas que compré para pasar el mal rato.
_ Al menos tenemos cervezas_ Traté de bromear para alejar un poco la desgracia.
Todo había estado mal; pero se iba a poner peor.
El ambiente "aún estaba caliente", cuando aquella inesperada pregunta con tintes casi sarcásticos, cayó sobre nosotros. Y como un rayo destructor desencadenó una terrible tormenta.
_ ¿Comenzó el recital?_ Las palabras se originaban a nuestras espaldas; era una voz muy conocida por todos; aún así giramos nuestros rostros para estar seguros.
_ ¿Por qué no entraron? Nosotros nos demoramos un poco, ¡pero ya estamos de regreso!_ René Veritas sacudía sus zapatillas para deshacerse de la molesta arena de playa; por su parte Lucho Pizarro fumaba un cigarrillo en silencio.
_ ¿¡Por qué no entramos cabrón!?_ Bramó Manuel levantándose_ ¿Estás de gracioso maldito imbécil?_ Manolo enfurecido y con las manos empuñadas caminó hasta quedar frente a frente con René Veritas_ ¿Donde carajos estaban?.
_ ¡Tranquilos los dos!_ Pamela se interpuso entre ambos separándolos_ René, tu guardaste las entradas, ¿donde están?_ Preguntó intentando mantener la calma.
_ ¿Yo las tengo?_ Respondió inocentemente René Veritas, tanteando sus bolsillos con las manos_ ¡Acá están, mierda me había olvidado!_ Dijo burlón.
Personalmente creo que fui el primero en saber que era lo que pasaba. René estaba "durísimo" y podría jurar que no tenía la menor idea que había pasado por su irresponsabilidad.
Mientras tanto Lucho Pizarro fumaba con los ojos cerrados, no creo que se haya dado cuenta del fino hilo de saliva que lentamente comenzaba a caer desde su boca_ Este huevón está hecho mierda de "jalao"_ Pensé con acierto. De allí solo fue cosa de concentrar todos mis sentidos en la nariz de René Veritas; claramente se podía ver que habían rastros de polvillo blanco espolvoreando sus fosas nasales.
_ ¿Estaban inhalando cocaína?_ Pregunté sin tapujos. René Veritas, repentinamente dejó de sonreír comenzando a limpiar su nariz con la manga de la chaqueta.
_ ¡Drogadicto hijo de puta!_ Manuel cayó a golpes de puños sobre René Veritas. Lucho Pizarro envuelto en algún tipo de alucinación comenzó a reír descontroladamente_ ¡Nos demoramos, por qué fuimos a comprar más "coquita"!_ Confesó entre carcajadas.
_ ¿Y más encima te burlas de nosotros? ¡majadero asqueroso!_ Juliano lanzó una certera patada en la entrepierna de Lucho Pizarro. este rodó hecho un ovillo sobre la tierra.
_ ¡Tranquilos carajo, todos tranquilos!_ Quise calmar las cosas, pero la contienda había comenzado. A pesar de su estado, René veritas junto a Lucho Pizarro trataron de defenderse lo mejor que pudieron, pero llevaron la peor parte.
La gresca incluyó golpes de puño y pies; también se usaron herramientas para inferir el mayor daño posible, como trozo de maderas que pertenecían a un jardín contiguo al estadio, e incluso se utilizó una manguera con la cual se regaba el mismo jardín; la pelea pudo ser más ruda y terrible, pero afortunadamente hubieron desconocidos que involucrándose separaron los dos bandos. De un lado quedó René Veritas, Lucho Pizarro, Betty, y Pamela; por el otro Manuel, Angélica, Óscar, Yasna, Juliano, y yo.
_ ¡Drogadicto hijo de puta!_ Manolo gritaba fuera de sí_ ¡Quiero mi dinero de vuelta cabrón!
_ ¡Métete tu mierda de dinero por donde te quepa maricón!_ René Veritas aun reía, y escupía cerca de los píes de Manuel; desde su boca caía abundante sangre que manchaba la camisa que vestía.
_ ¡Son unos hijos de puta! esto no tenían por qué terminar a golpes_ Pamela lloraba desconsolada.
_ ¿Vas a defender a este puto?_ Preguntó Óscar poniendo su pañuelo en un ojo ennegrecido.
_ ¡Hace años que nos conocemos! No podemos resolver los problemas de esta manera_ Suplicó Betty.
_ ¡Váyanse al carajo putos!_ Respondió Manolo comenzando a caminar.
Ya no estábamos todos, Manolo, Angélica, Óscar, Yasna, Juliano, y yo, nos alejábamos de Pamela, Betty, Lucho Pizarro y René Veritas.
Han pasado cerca de treinta años desde ese acontecimiento, y a pesar de haber hecho las paces hace tiempo atrás, nunca más volveríamos a estar todos juntos como cuando fuimos al concierto de "Virus y "Los enanitos verdes".
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