Buscando la raíz etimológica del topónimo local, llegué a la conclusión de que la traducción más adecuada podía ser la de "gente que no bebe vino". Y hasta cierto punto era coherente con la historia del sitio: refugio de moriscos, remisos a la expulsión. Quizá por ello también, abunden entre nosotros los rasgos de tez morena y la extensión de la costumbre de fumar cáñamo desde tiempo inmemorial.
Fruto de ello, gozamos de idiosincrasia, de especificidad en la región. Y no es que no se beba vino- que se bebe-, pero aquí prolifera con una estadística diferencial, la abstinencia al alcohol. Uno mismo sirva de ejemplo. Cuando no se bebe más que agua se asemeja el personal al hombre de las cavernas( no confundir con el de las tabernas, más corriente en la actualidad), en cuanto a psiquismo me refiero. Lo que se traduce, fundamentalmente, en seriedad. Con todos los réditos aparejados. Ventajas y desventajas. Entre las ventajas, cuenta especialmente, la capacidad de evocación; que uno estima superior a la media. Razón por la que soy una especie de cronista local. Amateur pero sustancialmente cronista local.
Hemos constituido una asociación con tal nombre- gentes que no beben vino-, y en su seno hacemos acopio de recuerdos, hasta el punto de poder redactar unas memorias bastante fidedignas sobre lo acontecido desde nuestros primeros recuerdos, formando una especie de logia de memoriosos con sustantividad propia; una raza nueva con motivaciones y rasgos diferenciados.
Tanto es así que aquí no se necesitan Tribunales de Justicia. Basta acudir al acerbo propio para saber lo que se dijo o no se dijo, lo que se habló y lo que no.
Y todo lo dicho sirva de introducción a los hechos que vengo a traer a colación.
Lola Galván dice que sí y Félix Sánchez que no. Lola Galván- que pertenece a nuestra asociación-, dice que Félix le prometió amor eterno y promesa de matrimonio allá por el final de la infancia, mientras que Félix- que va al bar y hace uso de todo lo que se expende en tales establecimientos-, sostiene que tal afirmación es una pura fabulación. Y lo sostiene con ocasión de haberse echado una novia nueva, contraviniendo- de ser ciertas las afirmaciones de Lola- aquel pacto pretérito.
Tanta discordia ha habido, que han consultado con un abogado, el cual sostiene que lo prometido es deuda pero que ve difícil la probanza de la cuestión.
Y ahí es donde entro yo. Por lo que tenemos en la villa dos realidades, la de los abstemios y la de los que no. Sabía que tarde o temprano entrarían en colisión. Pero lo malo del caso es que se ha originado un proceso en cadena, con el caso anterior, y la gente ha empezado a desempolvar recuerdos y viejos compromisos que amenazan con romper el puzzle convivencial. Todo el mundo acude a nosotros para que corroboremos, con nuestros recuerdos, a modo de probanza, sus aseveraciones.
En conclusión: han tenido que mediar las autoridades, llegándose a la solución de compromiso según la cual se han dispuesto en el Juzgado dos secciones: la de los que beben vino y la de los que no.
Ah, por cierto: se lo prometió. |