Malditas calles de Londres, malditas las aceras y contenes por donde corrió la sangre inocente. Maldita la historia que revive y perdura en estas calles.
Caminé indignado por los sucesos que leí, por las famosas historias que se difunden.
Sentí una sombra detrás de mí. Volteé rápido y nada pude ver. Pensé en el pánico de aquellas personas que perdieron sus vidas caminando por aquí. Sin dudas yo lo voy sintiendo. Pero es imposible que aún exista ? Seguí caminado entre frustración y temor. Al subir a la acera sentí ese fuego abrazador en mi abdomen. El fuego de la muerte ! Luego caí en el contén boca abajo, mientras mis ojos veían la sangre correr y mis tripas salir. Nunca pensé que la historia se repetiría después de tantos años y menos conmigo. Oh, Maldito Jack !