Amigos hasta…
Diego y Roberto eran amigos desde la primaria, vecinos y compañeros, los dos con la misma edad, listos para pasar a segundo nivel en la enseñanza, ese mismo año pasaban a secundaria.
Irían al mismo liceo y de ser posible estarían en la misma clase, todo estaba arreglado, el director del liceo era amigo de las dos familias y sabía de la amistad entre los muchachos y además se complementaban estudiando juntos.
Y llegó el día del comienzo de clases, era un gran salto, la escuela no era lo mismo, ya lo habían conversado y sabían que en el liceo las cosas no son iguales, que tendrían nuevos compañeros y muchos profesores pero ellos se tenían confianza y además sabían que si alguno se metía en problemas, el otro lo defendería.
Cuatro años pasaron y los muchachos seguían tan amigos como siempre, había llegado el fin de cuarto año y cada uno tendría que elegir el rumbo de sus estudios pero esto también estaba resuelto, Diego quería ser veterinario y Roberto médico eso quería decir que los dos siguientes años, en preparatorio también estarían juntos.
Al fin llegaron a preparatorio, quinto y sexto año eran difíciles tendrían que estudiar mucho, eso quería decir que habría que sacrificar algún fin de semana para tener notas elevadas que les permitiera ir a los exámenes con buen nivel de estudios.
Pero, a veces el hombre propone y Dios dispone y ocurrió lo que jamás pensaron que pasaría, Diego se enamoró pero esta vez le fue muy difícil contárselo a Roberto, Florencia, era compañera de clase de Roberto y él sabía que a su amigo le gustaba, en menudo lío se había metido, más de una vez hablaron de la muchacha entre ellos pero ninguno se animaba a decírselo a la chica hasta que Diego lo hizo debido a las miradas que ella…. Bueno, eso es lo que él veía pero al estar tan enamorado se olvidó de su amigo y al hablarle Florencia lo aceptó.
Pero llegó el día de fin de cursos y Diego quiso darle la sorpresa a Roberto diciéndole:
___Roberto, tengo una sorpresa que darte, espero que vengas a mi fiesta esta noche con alguna amiga, vamos a bailar un poco para festejar que pasamos a la facultad.
___Muy bien Diego, yo también te tengo una sorpresa nos vemos luego.
Y llegó la noche, Roberto llegó algo tarde a la fiesta y cuando Diego lo vio por poco se cae, quedó pálido y le temblaban las manos, su amigo venía del brazo de Florencia.
___Diego, se que no te lo esperabas pero te presento a mi novia…
___Maldito desgraciado jamás pensé que me harías esto y tú ……
Las carcajadas se oyeron en toda la casa, hasta los padres de los muchachos se reían.
Hasta que por otra puerta una joven muy bonita le dijo:
___Perdona Diego, yo estoy acá, la que está con Roberto es mi hermana, quisimos darte una sorpresa y vaya si te la dimos jajaja
___Voy a contarte algo que quizá no sepas, tengo una hermana melliza, creo que nunca les hablé de ella quizá porque ella vive con mi padre, como sabes, mis padres están divorciados y nosotras decidimos vivir cada una con cada uno de ellos, yo me quedé con mi madre y Valentina, mi hermana se fue con mi padre y vive en otra ciudad, nos vemos muy poco porque las dos estudiamos pero cierta vez que ella vino me habló de Roberto, lo había visto y se enamoró de él, fue así que se hizo pasar por mí y lo demás ya lo sabes, perdónanos, sólo fue una broma entre hermanas pero te aseguro que de ahora en adelante ya no habrán más bromas. Sé que vamos a seguir siendo tan amigos como antes.
Y así fue, los amigos ahora son más unidos que nunca, gracias a Dios no estaban enamorados de la misma mujer, quizá la mano de Dios estuvo presente para no permitir que una verdadera amistad se perdiera y que pudieran ser felices como se lo merecían los cuatro.
El tiempo fue pasando y los amigos ahora no sólo son amigos, son tíos de sus respectivos hijos. ¿Qué más podían pedir?
Amigos hasta la muerte.
Omenia
|