Miedo

Me pides que hable de lo que no puedo, de lo que no me atrevo… Me encojo entre las sabanas, siempre con miedo... ansiando poder dormir y con terror de hacerlo, cierro los ojos y le siento, se empodera de la penumbra, el cuarto se vuelve imágenes que me erizan la piel y me dejan inerte, me aplastan, me aterran, doblegándome al horror de unos ojos que son dos cuencas vacías y que me observan, la atracción de ese aliento maligno me envuelve, su furia me posee y me impulsa al abismo del que temo no volveré, la luz de la mañana por fin me libera y vuelvo a respirar otra vez.