Voy hacia ti al fin por mí
por lo raro que me haces sentir,
porque ahora ya no hay pecado que cumplir
pues todos los he infringido por ti.
Rocas y espinas siente mi cuerpo,
inerte, sin tenerte enfrente,
débil, por creerme un vil héroe
al alejarme y no luchar por verte.
Entonces me animo y nado en tu océano de bondad
aterrizando envuelto de mil y un pasos ya,
surcando el camino correcto al andar
dejando de lado lo que me hace mal.
Y en medio de esta oscuridad
perderme y rendirme me he propuesto,
yo, deseoso de hundirme en esta tempestad
aceptando mi fama de pecador.
Algo ocurre entonces,
mi nombre gritas al fin,
deseosa por mis demonios descubrir
creyéndote heroína y salvarme de este confín
arremetiendo contra mis ganas locas de irme.
Veme ahora:
Yendo hacia ti con mi corazón a mil
porque tú me haces feliz
porque en tus ojos encuentro paz,
surgiendo deseosa desde mi oscuridad,
ahuyentando a mis demonios,
los que hasta ahora me convertían en...
un pacífico pecador por ti.
**Holi chicos. Gracias por sus maravillosas lecturas.
Por contarles que de salud la voy liando y me siento mejor, de vacaciones en el campo ando.
Este poema lo escribí mientras viajaba por tren en mi viaje. Ecuador es muy maravilloso, de pronto la belleza de un paisaje acarició mis mejillas y salió esto. Que les guste como a mí.
Luego cierro los ojos e imagino a un príncipe morado recitándome estas letras. Por eso está desde el punto de vista masculino jojo...
¡Pero vamos! los caballeros de armadura ya no existen, siglo XXI y whatsapp han dañado las rimas y el romanticismo...Pero mejor no sigo porque...
Neh, bueno les mando un abrazo mientras me tomo mi chocolate calentito sobre la terraza en algún lugar.
Besotes, |