Ruegan no molestar a la joven bestia.
Dolor, pena y angustia.
Tan jovenes, caras limpias, miradas sucias.
Llenan el mas lejano escrúpulo con la locura misma de un recuero o un trauma.
Mortales, ardientes.
10 años de juegos, 5 años de juventud y cordura.
Cerca de sus respuestas, lejos se sus preguntas.
Son la juventud de la nación, los hijos del futuro,
los reyes del mañana, la perdición del presente.
Bestias aventureras, creando traumas.
Estrellan su cabeza con un simple vaso de alcohol
Quién pensaria que los 15 años son los que ayudan a revivir futuros pánicos?
Llenos de ideas nuevas, confundiendo sus actos
aprendiendo, amando, durmiendo, despertando. Intentando fallar para dejar de intentar.
Creyendo que el sol aun llora.
Venden su autoestima por risas de sus cercanos.
Sus noches vacías, meláncolicas.
Vastas formas de cuestionamientos.
Siento que los comprendo, son tan delicados y rebeldes como la pequeña familia que la ventana rompió de gritos y esperanza.
Gran cosa década y media; algunos sobreviven,
otros se equilibran en su enfermedad.
Se sostienen en su naturaleza y viven como dioses.
Son el frágil pilar de nadie.
Buscan identidad en cada ser que ven deslizar.
Es el error quien los hace crecer,
es su subjetividad la que los hace pensar.
10 años de inocencia, 5 años de novedad.
Aprenden a odiar, olvidan amar.
Es la década y media,
la que simplemente vivo yo.
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