La muchacha se agrandó los pechos, rellenó sus labios, se liposuccionó el estómago, se respingó la nariz; sus piernas eran algo delgadas, por lo que se implantó unos cojinetes en las pantorrillas para tenerlas mejor moldeadas; no le agradaba el café corriente de sus ojos, por lo que los recubrió con unos lentes de contacto; sus orejas eran larguiruchas en el lóbulo superior, lo que le daba una apariencia de elfo, que para fábula está muy bien pero que en la vida real parecen un chiste. Por último se alisó el cabello porque no le agradaba tan ensortijado. Después, terriblemente satisfecha de su apariencia, partió feliz a inscribirse en el concurso internacional de belleza Miss Natural…