Morenita y diminuta, siempre sonriente y bonita
hacendosa y eficiente, bastante joven ¿Cuarenta?
En el banco trabajaba, del gerente era asistente.
No en sus labores solita, pues tenía un compañero
Al hablar tenía un acento, peculiar y familiar
-Soy del El Salvador- Me dijo -¿Y su compañero?
El muchacho me aclaró -Pues yo soy nicaragüense-
Siendo yo guatemalteco, pronto nació la amistad
cada uno con su estilo mas los tres centroamericanos.
Cuando visitaba el banco, un poco de charla surgía,
y esto duro por tres años, mas luego llegó un cambio.
No la vi en su escritorio en dos ocasiones seguidas
“De vacaciones” pensé, “o quizás tomando cursos,
y siendo tan competente, un ascenso merecía.
Esta semana pasada, otra muchacha se hallaba
ocupando su escritorio. Intrigado pregunté
de lejos al amigo 'nica' cuando esperaba en la cola
-¿Y Patricia donde está, no trabaja ya en el banco?
-No- me respondió el amigo -no trabaja aquí más”.
Terminé mis menesteres y me dirigí al amigo ‘nica’:
¿ Que pasó con nuestra amiga, transferida o ascendida?
Dejo entonces él su asiento y caminó hacia mi:
“Ni uno ni otro, me temo “Pues Patricia falleció”.
Atónito me quedé, sentí un nudo en la garganta,
-Falleció me dice usted, pero ¿Cuándo, dónde y cómo?-
-Nunca se sintió ella mal hasta hace un par de meses
cuando visitó al doctor quien le dio triste noticia:
-Es cáncer , lo tiene usted en el páncreas-
-Contra ésto yo he de luchar y pronto me recobraré-
Prometió valientemente, la encantadora Patricia
Mas luego se descubrió el metástasis en su cuerpo.
No lo pude evitar y se me aguaron los ojos
-¿Y tenia ella hijos?- -Dos niñitas y un varón
de trece, quince y diecinueve años. Inconsolable su esposo.-
No podía yo ya más, y me fallaba la voz.
-Muchas gracias, amigo Farnon, no sabe como lo siento-
-Lo comprendo bien, señor, a todos fue duro en el banco
fue querida y popular, ayudaba a quien podía.-
Nos estrechamos las manos, y salí muy agobiado.
Ahora yo busco el consuelo: -Patricia ganó su ascenso
hoy está con el Creador.
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