Porqué pasa siempre eso de encontrar algo cuando ya dejamos de buscar. Porqué será qué la vida es así de fastidiosa, que nuestra mente nos nubla tanto la vista y que nos ponemos tan estúpidos cuando tenemos algo metido en la cabeza...
Porqué será que seguimos buscando como desesperados, ofuscados, hasta que nos distraemos con otra cosa y nos quedamos ahí, haciendo algo que no era lo que queríamos, que no era lo que necesitábamos.
Y de pronto, cuando ya nos estamos acostumbrando a ello, cuando ya parece olvidado el asunto, después de todo, lo encontramos. Cómo si la vida nos gastara una broma pesada, cómo si quisiera burlarse de nuestra poca constancia, por nuestras decisiones erradas, nuestra facilidad para acomodarnos a un lugar que no es el nuestro, a una persona que no es la que amamos, o a algo que no era lo que estábamos buscando.
Y cuando aquello aparece, nos da rabia, nos sentimos aliviados, pero decepcionados, por el tiempo perdido, por las cosas con las que tratamos de reemplazarlo, porque apareció "demasiado tarde". Y nos preguntamos si realmente vale la pena, después de buscarlo tanto, si en todo este tiempo que estuvimos distraídos con algo más, en realidad nunca lo necesitamos.