Podría decirte como soy
que el infinito a veces
pregunta por mí y que,
mis alas a veces inconformes
y enojadas miran el horizonte…
Miran tu nombre petrificándose
en mi existencia…

Existen dos lunas que te orbitan
y un sol que 35 vueltas después
pensó cambiar la soledad por una vida,
de esas que hay allá afuera con problemas
y con moléculas avanzadas, desesperadas…

No sé si por inercia o por las orquídeas
que bailan dentro de tu piel , el mundo
caníbal en su desesperación invisible
percibe esa magia que destella por momentos
mi infierno herido, salvándome…

Hoy la tranquilidad del paisaje
aclara mis palabras;
eres mi guía cuando oscurece
y tu fragilidad se hace tan fuerte
como los siglos, como inviernos
lejanos que no existen, que se quedan para siempre
junto a ti….