La curiosidad me sacude como el viento sin contemplaciones ,
en el cañaveral a crecido una puerta antigua de roble,
su madera esta ajada, descuidada, pero como imán me llamaba,
me acerco con precaución y a su lado se escuchan voces,
se ve que la destartalada puerta algo guarda secretamente para mi.
La curiosidad me anima a ser valiente descubriendo los misterios que se esconden,
pero cuando atino avanzando a tocarla los ladridos de brisa me aturden,
con premura me retiro es como si ella supiera lo que voy a encontrar,
he amagado varias veces pero el resultado ha sido el mismo mi cobarde retirada.
La curiosidad y los ruidos que salen de ella me provocan,
hoy es el día que traspasaré la barrera con decisión abriré el picaporte,
mis manos temblorosas así lo hicieron,
mi corazón galopeaba asustado entre ladridos,
la puerta chirriaba a medida que se iba despegando del marco,
en mi garganta tenia un nudo que no me dejaba respirar,
de imprevisto una mano me tomo entrando a un mundo sorpresivo,
después de tantos años estaba en los brazos de mi padre,
su perfume, su calor, el tono de su voz,
sobre su hombro pude divisar tíos, abuelos, mi madre seres queridos que ya no están,
ver tanta gente me ha hecho despertar entre los ladridos de la perra,
las gatas del vecindario en el parque no hacen más que maullar,
¡solo ha sido un sueño nada más!
“el abrazo nada ni nadie me lo puede robar ni el sueño hacerlo evaporar”
CAL.COR |