Había una vez'truz, de gran plumaje, patas largas, cogote corto y grueso tronco, llamado Cornelio CáchameL OjoQueTengo, sentado bajo la tela de una araña que muy paciente aguardaba la caída de un infantil elefante que al parecer muy drogado se balanceaba.
Imprudente como él solo, Cornelio CáchameL OjoQueTengo no encontró mejor cosa que interferir en aquel balanceo y pensando no habrían testigos, se le ocurrió la poco atinada idea de levantar su pata y poner fin a dicho jugueteo infantil. Mala idea fue la de esta vez'truz, pues al levantar la pata provocó que dicho elefante se fuera de trompa al suelo y junto con ello los planes de aquella paciente araña. Tal fue la ira que se desató en la arañita, que terminó picando por todos lados a esa vez'truz, de gran plumaje, patas largas, cogote corto y grueso tronco, llamado Cornelio CáchameL OjoQueTengo.
Muy acongojado y adolorido, Cornelio CáchameL OjoQueTengo tomó su gran plumaje, patas largas, cogote corto y grueso tronco y se retiró indignado a esconderse como lo hacía su familia cuando problemas tenían.
Pero esta vez'truz picá de la araña lo que no sabía es que su enfado una mala pasada le causaría ya que al intentar su cabeza esconder bajo tierra, quedó atorado a medio camino gracias a su gran plumaje, patas largas, cogote corto y grueso tronco. Sí, pues Cornelio CáchameL OjoQueTengo no recordó que debido a su cogote corto no alcanzaba el suelo y de tanto empinarse... con las patas al aire quedó ridículamente expuesto.
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