Entregada en el país de los sueños algo llamo mi atención,

a través de las cortinas veo la claridad el día amanecido,

mientras trataba de darme cuenta que era lo que me despertó oigo,

en las rejas de mi venta un pájaro no hacia más que cantar,

su sonido era encantador me tenia hipnotizada era maravilloso su trinar.

Entregada a las delicias de la serenata mañanera,

agasajada por los magníficos acordes lo escuchaba bien cobijada,

me destapé queriendo saber quien era el romántico cantor,

un hermoso jilguero me miraba con sus ojos negros a través del vidrio,

su garganta temblaba con sus adorables gorgoteos,

cautivada por su belleza quise tocar sus plumas,

degrade de marrones, amarillo y algunas plumas negras,

lucia un antifaz de plumas rojas me miraba enamorado,

abrí la ventana el muy atrevido un picotazo en mis labios me dio.

Asombrada quede inmóvil.

Nos miramos hasta el alma el corazón.

Movió sus alitas levanto vuelo perdiéndose en la inmensidad del cielo.

Estupefacta conmocionada ilusionada me dejo viéndolo partir.

CAL.COR