Una luna redonda iluminando nuestros pasos,

tu mano tomada muy fuerte de la miá,

nuestros pies descalzos se hunden en la arena que nos recibe tibia,

las olas del mar rugen con tenacidad golpeando las piedras,

la espuma se quiere acercar a humedecer nuestros pies salpicándonos las piernas,

estallamos en contagiosas carcajadas cuando las olas nos logran mojar.

La brisa marina picara nos anima acercarnos a cada segundo un poco más,

logra que al final nos cobijemos en un tierno abrazo,

entre tanto nuestros labios osan degustarse golosos ansiando más,

la luna cohibida se esconde tras alguna nube que la cruza al pasar,

ella recuerda a su amor esquivo lo quisiera besar para no soltarlo nunca jamás.

Miradas caricias que hablan más que mil palabras.

Gestos que expresan un amor que no tiene apuro pero si un futuro colmado de ilusión.

El placer del presente es el de estar juntos bajo la mirada atenta de las estrellas.

Es glorioso tener nuestras manos entrelazadas.

La orquesta del mar toca cada nota marcando el repiqueteo de este amor sereno.

CAL.COR