Si hoy el cielo me concedería un deseo,

esté sería correr hasta las puertas cancel,

al abrirlas ver la imponente estampa de mi padre ponerme su gorra en cabeza,

levantarme en sus brazos y tirarme al aire,

miedo no , pura adrenalina, una gran alegría,

recibir mi beso en la mejilla,

quedarme satisfecha una vez que mis pies fueran posados en el suelo.

El bondadoso cielo el deseo me ha sido otorgado,

al escribirlo mágicamente aparecieron una tras otra cada sensación,

el olor a nicotina de mi padre mezclado con su perfume a papá,

la emoción de mi libre carrera hasta sus brazos,

lograr ser más alta que él por segundos entre risas,

el picor de sus bigotes en mi mejilla que me hacían reír,

ser la primera en saludar llevando el premio como estandarte sobre mi cabeza.

“Feliz día del niño”

CAL.COR