Acecha,
hay un cielo de borrador;
caen una tras otra
heladas agujas de agua
que hace temblar los huesos.
La tarde sepia tirita,
su luz apenas untada
me vuelve taciturno, sensible.
Un relámpago alumbra el añoso almendro,
me estremece mirarlo sin hojas.
Texto agregado el 12-08-2018, y leído por 175
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Lectores Opinan
15-08-2018
Wuao! Qué gran expresión poética! Me maravillas. Un abrazo graaaaande. SOFIAMA
13-08-2018
Siiii.El almendro está desnudo y al mirarlo el alma se estremece.
Sus florecitas rosadas pronto aparecerán para volverlo bello*****
Un beso
Victoria 6236013
13-08-2018
Relampagueante instante que nos permitió notar lo que sólo miran los poetas. Te felicito. peco
13-08-2018
Mucha sensibilidad en este breve pero hermoso poema. Magda gmmagdalena