Que al catre no se va a dormir
ni a limpiar sus barrotes de bronce,
a dar vuelta el colchón porque su lana
te pique en la noche.
No se va simplemente a cambiar sus trapos
por grilletes de seda,
y menos a pulir sus ruedas cuando hay jarana.
Allá no se va sin una buena porción
de ganas,
una jarra de agua clara
y un par de bocas sedientas.
Al catre que esconde tu cuerpo,
ese gran testamento de besos tardíos
hay que tirarlo al vacío para enterrarlo
repleto,
una vez que mordido
ha expirado contento.
Texto agregado el 09-08-2018, y leído por 222
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Lectores Opinan
12-08-2018
Es la historia de un amor, como no hay otro igual?+++++ crazymouse
10-08-2018
Un poco"revuelto". Cinco aullidos durmiendo yar-
10-08-2018
Qué bello poema... solo aplausos. Un abrazo dulce. gsap
09-08-2018
Los besos tardíos llegan sobre un esqueleto de olvido. Hola mi apreciada Pluma, siempre es muy bello lo tuyo,gracias*****
Abrazo Lagunita
09-08-2018
*****Excelso homenaje. "Ese gran testamento de besos tardíos". Solo_Agua