Los murmullos del viento se cuelan sigilosos por las hendijas,

me susurran en secreto de donde es que vienen,

aseguran haber cruzado la cordillera trayendo el frio,

me cuenta que en el camino pasaron por las sierras dejándolas despeinadas,

ellas han sido las culpables de sus impulsos arrolladores con que arribaron.

Los vientos enojados llegaron a la pampa haciendo temblar la tierra,

traen lluvia finita pero con tenaz fuerza que te hace tiritar,

con sus soplidos sacuden las ramas aterrorizadas,

¿preguntan donde han quedado?

los primaverales días de calma,

el llamador de ángeles está sacudiendo sus cañas descontrolado.

Los vientos han arrastrado al invierno de nuevo por estos pagos.

Noches para abrigarse entre acolchados cobijas mantas.

Amaneceres para remolonear arropados en la tibieza que cautiva amorosamente.

CAL.COR