-¡Todos han sido fetos!- bufó él con cara de asco mientras oteaba un "book" ecográfico - Repugnante...

- Si lo sé. - aseveró ella haciéndose la desentendida mientras exhalaba una densa bocanada de humo.

- Si lo sé no leo el contrato y nazco analfabeto - se quejó con gesto adusto.

- Cara feto... - se burló ella propinándole un codazo y sacándole la lengua.

-Mira, aquí pone que - comenzó él mientras retrocedía una decena de hojas y trataba de releer.

- Que todos tenemos derecho a la vida ¡vaya novedad!

- ¡Sí! - se exaltó él mientras señalaba compulsivamente las líneas que acaba de encontrar- y.. y... ¡ a una vivienda digna!

-¡Já! - se mofó ella mientras acariciaba las negras paredes y aglutinaba una bola de mucosa para lanzársela a su hermano- y a una muerte "a secas".

- Aj... - puso los ojos en blanco como si tratara de comunicarse con un ente superior - Pues tu útero...

- "Mami" - recalcó ella con sorna.

- ... constitucionalmente hablando, ¡ No cumple ninguna de las tres condiciones!

- A ver si te mueres... pronto. -concluyó ella con frialdad e indiferencia mientras se limaba delicadamente las uñas.

-Que ya has vivido demasiado.- agregó él en un susurro.

- Quizá deberíamos ir buscando uno de alquiler... - propuso ella con una sonrisa de malicia.

- ¿En que estás pensando, muñeca? - preguntó con los ojos como platos y medio amilanado ante la actitud de su hermanita.

- ¡En darle al César lo que es del César! - rugió ella con furia mientras desatrancaba una costilla y se la lanzaba a su compañero, viendo al instante como la chispa del odio comenzaba a brotar de sus pupilas. - o nosotros o ella, tú eliges.

- ¡¡Cesàààáreeea!!