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--- RAMIRO ---

No sintió ninguna culpa cuando hizo clic en el botón de “DONAR”, trescientos pesos no era mucho, pero era lo que podía dar. Es lo que pensaba gastar en cerveza el viernes.

“Igual, una lacra menos” pensó al momento de cerrar la sesión en BIT FUND, la plataforma de fondeo para todo tipo de proyectos, utilizando cripto monedas.

--Así es mejor, dijo en voz alta. —No salgo el viernes y aprovecho para visitar a la abuela.

Satisfecho, cerró su computadora. Usa tu lap, no uses el celular; le advirtieron, así no dejas huellas.

Salió de su habitación, para dirigirse a la cocina y servirse un gran vaso de Coca Cola, “Fría y con hielos” pensó, “Así debe tomarse esta madre”.

De pronto un pensamiento cruzó su mente. “¿Estás consciente de lo que acabas de hacer?” le recriminó una voz interior, molesto sacudió la cabeza tratando de borrar esa idea de su cerebro.

--¿Estás consciente de lo que acabas de hacer? Murmuró. Una alerta de su teléfono lo sacó de sus pensamientos. Era Rogelio.

¿Qué onda, ya? Texteó su amigo.

Sí, le metí trescientos pesos.

Ja, ja, ja, estás bien pendejo, yo solo le metí cien.

Es que las balas están bien pinches caras. Texteó para justificarse.

SHHH, borra eso pendejo. Le recriminó su amigo.

Órale, mejor aquí le paramos.

Te veo mañana.

Sentado en el desayunador, Ramiro apuró su refresco. Trató de sentir remordimiento; pero no pudo.

--- ROGELIO ---

--La cosa es que tú te apuntes y convenzas a tres más. Tienen que ser de confianza, tus compas, el cuadro chico. Que no se rajen y que no vayan a peinarse.

Ramiro fue el primer nombre que cruzó por su mente, él era su camarada, juntos desde la primaria; él era su brother, más familia que sus carnales. El Ramero, como lo apodaba; piensa igual que yo. Esto se tiene que parar de alguna forma y si ellos no pueden, nosotros sí.

--- ROXANA ---

Sentados ante la mesa del comedor, rodeados de papeles. Roxana señalaba la pantalla de su computadora.

--Es que con likes no vamos a resolver nunca nada.

--Sí, pero debemos compartir el mensaje, para que se conozca en todo el mundo. ¿Qué otra cosa podemos hacer? Le respondió Rafael alterado.

--¡Esto! Le respondió Roxana abriendo una aplicación. –Esto es lo que vamos a hacer. Esto va a cambiar las cosas, con esto haremos justicia; con esto lograremos un mejor mañana, un mundo mejor, más seguro.

--¿Y eso, es? Preguntó Rafael intrigado.

-- Es una plataforma que usa las redes sociales para resolver un problema en específico.

-- Y esto ¿Cómo se te ocurrió? Y como ¿Para qué nos sirve en el caso de sarita? Volvió a preguntar Rafael.

--Esto es algo que llevo desarrollando por más de seis meses en el trabajo, es para una empresa de PR Político, pero creo que modificándolo un poco y agregando un poco de mis habilidades extra curriculares. Dijo Roxana señalando un sticker de una vaquerita con sombrero blanco pegado a su computadora. —Podemos hacer que funcione en este caso.

Pocos podrían entender la referencia que hizo Roxana, y quienes la podían entender eran los miembros de la comunidad de hackers, donde Roxx era altamente conocida y respetada.

--¿Cómo?, no entiendo.

-- Mira, la plataforma lo que hace es analizar el tráfico en redes sociales de un tópico en específico, en este caso el asesinato de sarita, recoge los comentarios de la gente identificando al usuario, genera un reporte con la data analizada, incluyendo un perfil demográfico de los usuarios y posibles soluciones al tema en base a los comentarios emitidos en la redes sociales. En el caso de sarita, nos indica el sentir popular al respecto.

-- Ok, o sea que esto lo que hace es saber lo que la gente quiere.

--Exacto.

-- Y eso, ¿De qué nos sirve?

-- En este caso, agregué una parte interactiva, donde la gente puede conocer la tendencia de la opinión pública, las soluciones propuestas y puede aportar fondos de manera anónima, para que un comité, lleve a cabo la solución más popular al problema propuesto.

--Y eso, ¿No los compromete?

-- De ninguna manera, para que no nos pase lo que al comandante X en Santa Cruz, el servidor no registra los accesos y todas las interacciones están encriptadas, evitando que quede rastro de quienes visitan la plataforma.

-- ¿Y, luego?

-- Entonces viene la parte interesante, por medio de BIT FUND la gente puede aportar fondos para financiar las soluciones propuestas por la misma gente, bajo la supervisión del comité que es el que se encarga de llevar a cabo las acciones necesarias.

-- Todo sin dejar rastro.

-- Es correcto, justicia popular, pronta y expedita, de manera anónima.

-- Y la gente, ¿Cómo vamos a hacer que se enteren?

-- Ahí es donde entras tú, Rafael.

--- RAFAEL ---

Todo lo que propone Roberto está muy bien; Un comité de Justicia Ciudadana, una brigada de ajusticiamiento. Me parecen soluciones adecuadas, claro que tenemos que darlo a conocer a la gente. Entiendo el mensaje, en lo que no estoy de acuerdo es en el medio.

--¿Qué es lo que no te parece? Preguntó Roberto tratando de ocultar su molestia.

-- Discúlpeme que se lo diga Maestro, yo a usted lo respeto mucho y le agradezco que se haya tomado el tiempo de adoctrinarnos todas esas tardes en el café después de clases. Pero un Manifiesto a la Nación, es muy, muy, ¿Cómo le diría?, vintage. Eso funcionó para Zapata, nosotros necesitamos algo más visual.

-- Subir un video a las redes sociales, parece la respuesta obvia. Dijo Roxana.

-- Claro, pero con una producción muy bien cuidada.

-- Usted nos ayuda con el guion maestro. Yo me encargo de la cinematografía. Nada de pasamontañas, nada de máscaras de Anonymous, debe ser algo fresco.

-- La cuarta transformación de México, comentó Roberto, extasiado.

-- Eso, secundó Roxana.

-- Me parece excelente idea, terció Rafael. Cuatro miembros del comité, en un video donde se expliquen cuatro puntos torales, que serán la base del movimiento; cuatro elementos decorativos a cuadro que representen el empoderamiento del ciudadano en la solución de los problemas de la nación.

Todos comentaban excitados los posibles elementos decorativos, los miembros del comité, las propuestas para los puntos torales, cuando de repente Rafael se planta en medio de la sala, con la mirada vidriosa, pálido y con voz gutural exclama.

--Y para la ejecución, cuatro balazos.

--- RICARDO ---

--Yo sí le entro, pero primero necesito consultarlo con los jefes. Esto no se puede hacer así nada más.

--No, pues por eso te estoy preguntando, porque eres la única persona que conozco, que puede lograr que este proyecto se realice.

--¿Proyecto? Me estás pidiendo que te consiga un sicario para una ejecución.

--No, no, no. Espérame tantito, creo que no estás entendiendo el concepto. Rafael alzó los ojos en una evidente muestra de desesperación. No es que estuviera molesto con Ricardo porque no comprendiera el proyecto, el hecho es que él no estaba muy convencido de que lo que estaban haciendo estuviera bien, pero entendía que era algo que se tenía que hacer.

--- RUTILIO ---

--Bueno, ¿Usted es pendejo, o se hace? Le gritó El Procurador a solo unos centímetros de su cara.

“Uta, éste güey viene de taquear” pensó el comandante Rutilio. El fuerte olor a cebolla penetraba en sus fosas nasales, invadía su cerebro y le impedía concentrase.

--Es que. Balbuceó.

--Es que nada. Gritó El procurador furioso. –Usted me tiene que resolver esto ya. Hoy.

El asesinato de sarita causó indignación en todo el país. Todos hablaban de ello, múltiples foros de discusión se habían abierto; Facebook, Instagram, twiter, snap chat, reddit, grupos de whats app, estaban invadidos por usuarios furiosos que exigían una solución.

Y alguien los había escuchado.

El comandante Rutilio Venegas no sabía cómo iba a poder salir bien librado de esta situación. Era evidente que había sido un ajusticiamiento; el asesino que había salido libre por un tecnicismo, un error de proceso, aparecía colgado de un puente, ejecutado; con evidentes huellas de tortura y una manta clavada al pecho, cuyo contenido se había vuelto viral en las redes sociales.

Conciliador, El Procurador, más calmado, abrazó al comandante.

--Esto es una bomba de tiempo, que nos va a estallar en la cara. El Gobernador exige una solución, un culpable.

--Dígame comandante, ¿Qué es lo que ha encontrado?, ¿Qué le dicen las investigaciones?, ¿Quién mató al asesino de Sarita?

--Fuente Ovejuna, Señor. Le respondió el comandante.

-- ¡No mame Rutilio! Era evidente que El Procurador no entendió la referencia literaria. –Si no encuentra un culpable ¡Fabríquelo! Que al cabo ya sabe cómo.

En su defensa, El Procurador no andaba tan errado, Rutilio sí se estaba haciendo pendejo. Este caso no le interesaba cerrarlo, porque él sabía la verdad, incluso aportó mil pesos para el proyecto.

© migueltr@yahoo.com Monterrey, México Julio 2018

Texto agregado el 04-08-2018, y leído por 55 visitantes. (0 votos)


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