No esperes entenderme
soy como las letras descoloridas
de un periódico mojado,
no esperes que sea
un vampiro a medianoche
dispuesto a prendarme
de tu cuerpo
en la oscuridad
de mi sepulcro,
no esperes que el
mundo se termine
aquí,
no esperes nada,
absolutamente
nada de mí.

Pude amarte en mi desvarío,
construirte un palacio
con el roce de tus cálidas
manos,
pude ser una mala
copia del jovencito
de la película,
pero ya no más,
no esperes nada,
absolutamente
nada de mí.

Cuando un hombre
dice no también es no.