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Ojos de cristal parte 12
10 años después
Me coloqué en el sector empresarial, ya con 40 años de edad. Maya se casó con Santiago el abogado de mi empresa, ellos tuvieron otra hija de nombre Darla. Vivo solo y me dedico a mi negocio, trabajo demasiado y tengo pocos días de descanso. He tenido uno que otro amante pero nadie como Julián.
Me invitaron a una fiesta que organizó una televisora, me llevé a Aida que es una bella adolescente.
En la reunión me encontré a Paola la amiga de Julián y vio que Aida me decía papá. Salí al balcón a fumar y me siguió.
-así que eres papá – preguntó ella
-así es – le respondí
-cómo han cambiado las cosas - dijo con ironía.
-no es mi hija biológica. Es muy complicado de explicar.- ¿cómo contarle mi vida en segundos?
-le di el dinero poco a poco. El piensa que me debe mucho dinero ¿porque no lo buscas?
-no me quiere ver y lo respeto – le respondí. Era la segunda persona que me aconsejaba buscarlo.
-le haces falta. Eres su gran amor – dijo Paola dando una palmada en el hombro.
-el día del velorio de su tía me dijo que no me quería ver así que me alejé para siempre, seguí con mi vida. Apoyé a la madre de Aida, tengo 40 años y las cosas no son las mismas
-papá te buscan – dijo mi hija – fue un gusto verte le dije – me dirigí al salón de nuevo.
Días después salió mi foto en la portada de una revista que decía “busco al hombre de mi vida”. Me hicieron una entrevista donde trato de ser lo más honesto posible sin mencionar el nombre de Julián.
La firma de contratos, el gym, los clientes, mi vida vacía hacían que estuviera cansado. El viernes me fui a la cama a las 2 de la madrugada y recibí una llamada
-¿Enrique?
-¿Maya? ¿Qué pasa? - pregunté
-Aida está en el hospital. La asaltaron y le dieron un balazo
-¿de qué hablas? – le pregunté saltando de la cama
-una persona la defendió. La trajo al hospital, Aida necesita sangre y esa persona donó porque casualmente es de su mismo tipo.
-voy para allá
Me dirigí al hospital para ver quien fue el héroe que defendió a mi hija. Los médicos decían que se pondrá bien, dijeron que la persona que había defendido a mi hija y que haba donado sangre era un hombre de nombre Julián Zaldívar. Traté de seguirlo pero no pude, desapareció.
Mi hija evolucionó poco a poco y decía que ese muchacho la había defendido. Seguí buscado a Julián pero no pude, se escondía muy bien de mí.
Un mes después firmamos un contrato con un despacho de contadores en donde el destino me volvió a juntar con el amor pero no fue tan satisfactorio.
-te presento a los nuevos contadores – dijo Santiago y fue cuando volví a ver al amor de mi vida. Pero venía acompañado de su futuro esposo. Me dolió verlo con otro pero tiene todo el derecho de hacer su vida con quien sea. No cruzamos palabra, ve veía feliz con él.
Continuara…
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Texto agregado el 20-07-2018, y leído por 62
visitantes. (2 votos)
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Lectores Opinan |
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27-08-2018 |
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Dios!!!!*****
Victoria
6236013 |
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24-07-2018 |
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Actualiza pronto.. Me gusta mucho la historia... Kahedi |
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