Soy yo, el Arte
ése al que de forma redundante
arte de seducir me nombras.
¿No ves que ése es mi único propósito?
Seducir con el calor de las palabras,
el dulzor de la pintura o de la música
quien no logre atraer a quién me mire
me escuche o saboree
que no se llame artista.
Seducción que te envuelve
cual seda que resbala por tu piel
se mece en tus caderas
y acaricia tus pies descalzos.
Seducción que te asalta
primero mansamente
saltando de tu pelo hasta tus hombros,
bajando por tu espalda
y se pierde en tus piernas
haciéndote temblar.
Y así yo, el Arte
bailando entrelazado a tus caderas
te haré arder en deseo,
haré temblar tu cuerpo
para crear el mío,
para que me dibujes
me des vida
y a través del espejo
se refleje mi rostro
enterrado en tu cuello,
mis manos
perdidas en tu cuerpo
el deseo escapando de mí
y poseyendo al tuyo.
Para que así, con fuego
me hagas renacer.
Texto agregado el 20-07-2018, y leído por 132
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