Te irás, me iré
Olvidaré tu huella en mis andenes
Y tu faro en mis mares
No nos reconoceremos en la calle
Iremos de reojo entristecidos sonriendo
Un día no habrán más gestos cómplices
Ni miradas que convoquen ataúdes para el tedio
Somos tan finitos como un insecto enamorado
Saltemos hacia el tiempo
Conspiremos desnudos contra los adioses
Improvisemos besos que anuncien el fin de la guerra
Resusitemos cada cuarto día
Mira que un día el olvido hará su casa
Que no es en gratuidad ninguna risa
Ni hay nada más eterno que lo efímero
Por eso te confirmo que me marcho
Para que siempre estemos al borde del infarto
Basándonos sin miedo a la censura
Jugando a los caballos desbocados.